El fuelle del bandoneón



¿Y qué hacer de mis días si el bandoneón que una vez los musicalizó tiene el fuelle roto y ya no puede cantarle a nuestras aventuras?

Porque los días enteros pasan con proyectos de niños, viajes, títulos, amores, triunfos, cenas, almuerzos y desayunos. A veces con las ideas de lo oscuro y lo amargo, a veces con las delicias de lo dulce e inmaculado. De vez en cuando también son el olvido o la monotonía y sin embargo ninguno pasa sin que tus ojos me miren, salvo aquellos días como estos, en los que decidimos fingir que no nos queremos.

Ni la muerte es suficiente para borrarte, ni la disciplina basta para poder estar contigo, ni la lujuria se sacia cuando a mi lado duermes, ni mucho menos el amor acaba porque no me hables. No son los detalles los que nos unen y tampoco puede ser la indeferencia la que nos separe.

Claramente amor mio, amor de mis amores, enseñarme a escribir nuestra historia ha sido el recorrido más extraño en el que he estado. No hay norte aunque haya meta. No existe la melancolía porque eres toda felicidad. No existes sino en mi sueños y ya parece que hace mucho tiempo no despierto.

¿Dónde esta mi vida, el amor hermoso, del que todos los días bebimos en las madrugadas? Porque de afirmar con tu indiferencia que ese del que te hablo es puro espejismo, mi alma malherida no tendría otro remedio que vagar en la tiniebla de la imitación barata. Hoy no suena el bandoneón de nuestro amor, porque tiene roto el fuelle. Y permanecerá roto hasta que tus labios vuelvan a besarme.

Pic: Bandoneón por .Mahadeva
Soundtrack: Libertango - Astor Piazzola

1 comentarios:

Epicurea dijo...

Exquisito. Suficientemente humano.

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