Los Irresponsables



En la edición del martes pasado del Boyacá 7 Días, leí una noticia espeluznante acerca de las regalías en el Departamento. Decía la noticia que 21 de los 123 municipios del Departamento actualmente tienen suspendidos los giros de las regalías. El fenómeno, de acuerdo a lo que informaba la nota, fue inaugurado por el municipio de El Espino, que desde el año 2001 tiene suspendido el giro de las mismas. Tunja, Cómbita, Sotaquirá, Boavita, Arcabuco, Santa Rosa de Viterbo, La Uvita, Cerinza, Floresta, Chita, Santana, Togüí, San José de Pare, Tinjacá, Duitama, Susacón, Oicatá, Tota y Socha son los ilustres municipios que han puesto a Boyacá como el segundo Departamento colombiano en tener la mayor cantidad de municipios sancionados por no presentar un informe que detalle en qué se gastan los recursos que gira la DNP. 

Si usted pudiera poner todo el dinero adeudado en un solo lugar, la suma total al día de hoy alcanzaría un total de $ 775'198.367 cuya equivalencia en dólares sería de U$387.600.84. suma nada despreciable para un país que supuestamente es pobre y está en vías de desarrollo. Las regalías están pensadas para ser invertidas, de acuerdo al artículo 361 de la Constitución Política y según información suministrada por la DNP, en temas del sector salud; preservación del medio ambiente, agua potable y saneamiento básico; infraestructura de carreteras, fluvial y aeroportuario; vivienda de interés social rural para eventos de desastre natural o calamidad pública (como las recientes); sector eléctrico; infraestructura del servicio público de gas combustible para los estratos 1 y 2; sector de la minería; sector educativo y atención de desastres. 

Ninguno de los renglones de inversión que acabo de señalar, es ajeno a los boyacenses. Podría ser invertido en la adecuación de las casi 100 minas que por no cumplir con las regulaciones ambientales han sido cerradas en el departamento. En materia de infraestructura vial lo que los diferentes municipios boyacenses han dejado de recibir, cubriría una cuarta parte del proyecto de reparación del anillo vial de Sogamoso o sería capaz de financiar la construcción de 5 puentes como el que desde hace varios años no funciona en la quebrada la locha en Maripí (golazo que nos querían meter con el cuento de que lo había dañado el invierno). 

El dinero también sería capaz de pagar toda una batería de 388 abogados junior de cualquiera de las grandes firmas de Bogotá, lo cual en términos prácticos podría significar cubrir salarios dignos para el total de los abogados que las tres facultades de derecho más notables  del Departamento logren graduar en un año. El análisis es igualmente extensivo para cualquier profesional recién egresado que aspire a un salario mensual de $2'000.000.Aun más ese dinero sería capaz de cubrir el pago de 1294 personas que ganen el salario mínimo mensual vigente incluyendo el subsidio de transporte. Significaría más dinero circulando en los bolsillos del consumidor boyacense, que podría representar más demanda de los productos que acá se comercializan generando un efecto multiplicador del dinero. 

El dato más impresionante para mí es el siguiente: en su columna “Hambre en el Gimnasio” publicada tres páginas después de la noticia que acá comento, Carlos J. Castro señalaba que en el Gimnasio Gran Colombiano se presta un servicio de restaurante para los jóvenes de escasos recursos que estudian allí. Que tan solo con una estufa, dos ollas, seis mesas, setenta sillas, platos y vasos se ha venido prestando el servicio de alimentación a alrededor de 620 niños desde hace 6 años. Que la nevera se les dañó y no tienen donde guardar sus alimentos. Que muchos de los no beneficiarios suplican que les permitan realizar cualquier tipo de labor de aseo a cambio de uno de esos almuerzos, porque es la única manera que tienen de acceder al menos a esa comida durante el día. Que Montejo, el mejor Alcalde de Colombia, les incumplió la promesa de ayudarles. 

Con ese dinero de esas regalías que nuestros Alcaldes no han sido capaces de obtener para nuestro Departamento, podríamos comprar 193 “combos” para dotar a este colegio, que incluirían cada uno: una vajilla Corona de porcelana para 6 personas, un juego de 4 ollas, una nevera Haceb no frost y una cocina industrial. Con ese dinero, con el que se compran 388 tiquetes ida y vuelta a Disneylandia, podríamos hacer una verdadera megaobra por esos 620 niños. No como esas que se anuncian hace varios años en las vallas de Tunja, contraviniendo incluso decisiones judiciales.

4 comentarios:

David Osorio dijo...

¿Y nadie sabe a dónde se fue el $$$?

¡¡Es como para empezarle investigación disciplinaria y penal a todos y cada uno!!

_Hermeneuta_ dijo...

El dinero lo tiene la Dirección Nacional de Planeación y no pienda girarlo hasta que cada uno de esos Alcades tenga la delicadeza de decirle en qué se está gastando la platica de las regalías.

David Osorio dijo...

Bien hecho!

_Hermeneuta_ dijo...

Pues ni tanto, porque la plata hace falta. Es realmente una tragedia que lo niños de ese colegio no tengan ni comida y mientras tanto los Alcaldes no sean capaces de redactar el informe.

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