Mi relación con twitter




Una noche en un taxi camino a la casa, Iván Vargas me habló de twitter. No recuerdo bien sus palabras pero me dijo algo como "La última afición tecnológica en la que estoy se llama Twitter. Es un servicio en el que en 140 caracteresusted debe responder a la pregunta What are you doing? Es muy chevere, debería probarlo".

Conociendo de sus "edificantes" aficiones al internet, lo miré con cara de "¿Qué le pasa?" y le dije algo como "Utilice su tiempo en algo que valga la pena parce", sin siquiera sospechar que yo mismo me iba a aficionar muchísimo al tema.

En ese entonces, eramos pocos y lo fuimos por mucho tiempo más. Podría decir que se masificó en Colombia hasta 2009. De los "Elders" quedan pocos y hoy hice una revisión minuciosa de los seguidos y los seguidores. Muchos de los de antes ya no estan en mi lista de seguidores. No es de extrañar. Desde finales de 2008 hasta casi prácticamente hoy, twitter era para mi el infierno, por muchas razones.

Un verbo tuiteriano común otrora era "procrastinar", el cual describe mi primera fase de relación con este servicio y con el internet en general. De hecho, es esa la función primaria que desgraciadamente resulta cumpliendo en mis días de estrés (y me imagino que es igual para los demás). Noches enteras de procrastinación con la excusa de leer copias de materias poco motivantes de la universidad. Era la época en la que una fuerte depresión me había invadido. Tuve mi primera desilución política al trabajar en cierta campaña electoral.

Luego fui a los Estados Unidos y la cosa se complicó más, porque tuitear a veces es tan interesante que uno no puede evitar perder el tiempo en el trabajo mirando los fascinantes links que todo el mundo pone. Realmente fue un obstáculo para desempeñarme mejor en la labor que había ido a realizar. Aunque no lo hice del todo mal.

Al regresar a Colombia, la relación con tuiter se estrechó por cierto evento amoroso nacido del experimento fallido de los 25 ajiacos, donde la crema y nata tuitera se vio envuelta en sórdidas historias de romances y acosos entre los propios tuiteros. Eventualmente desencadenó en que no quisiera saber más de "Boyacense 2.0". Rogaba por el anonimato. Lo que pasa es que finalmente los deseos se cumplieron y con la posterior masificación de Twitter, todos fuimos anónimos. O no... Eso dependía del caso particular...

Sin embargo hacen falta aquellos días en los que de un tweet de Matias se armaban conversaciones largas de tweets. O incluso falta la comunidad que una vez hubo. Ahora todos tienen twitter. Twitter es un ejercicio social en el que, como dice mi novia, todospugnan por hacer el comentario más sagaz, ácido o inteligente.

Cuando hice la revisión/limpieza del día de hoy, sentí tristeza por los que se habían ido. Sentí la necesidad de abandonar a otros. Porque aunque uno no lo crea, twitter, además de un medio de información en tiempo real, fue todo un experimento social. Uno que después de la limpieza de hoy, espero que se convierta en más humano y más honesto.

Parece que definitivamente he vuelto a twitter...

Soundtrack: The Heinrich Maneuver by Interpol

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